En los últimos días, Puerto Rico ha sido escenario de un notable movimiento militar: buques de guerra, un portahelicópteros y aviones han sido vistos realizando maniobras en aguas y aeropuertos de la isla. El revuelo en redes sociales y en algunos medios no se ha hecho esperar. Varios comentaristas, muchos sin experiencia militar ni formación en asuntos de defensa, han empezado a lanzar teorías alarmistas: que nos están “militarizando”, que se prepara una invasión a Venezuela o incluso que podríamos “convertirnos en un nuevo Pearl Harbor”.
La realidad, sin embargo, es muy distinta. Como exmilitar y diplomático, puedo afirmar con datos en la mano que estos ejercicios no son un plan de invasión ni de militarización de la isla, sino parte de una larga tradición de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en el Caribe.
¿Qué está pasando ahora mismo?
El 22nd Marine Expeditionary Unit (22nd MEU) de la Marina estadounidense está realizando entrenamientos anfibios y operaciones aéreas en el sur de Puerto Rico. Esto fue anunciado oficialmente por el Departamento de Defensa y no tiene nada de secreto. Se trata de ejercicios rutinarios de adiestramiento, donde se utilizan puertos, aeropuertos y facilidades de la Guardia Nacional de Puerto Rico para prácticas logísticas y militares (DVIDS, 2025).
En paralelo, Estados Unidos ha reforzado su postura contra el narcotráfico en el Caribe. La región es un corredor clave de drogas que salen de Sudamérica hacia Norteamérica y Europa. En este contexto, la Armada reportó un ataque de precisión contra una embarcación sospechosa de contrabando procedente de Venezuela. Este hecho, sumado al despliegue de aviones F-35 hacia Puerto Rico, alimentó especulaciones sobre una supuesta “guerra inminente”. Sin embargo, el objetivo es claro: interdicción marítima y refuerzo de seguridad regional (Reuters, 2025).
Puerto Rico: un punto histórico de adiestramiento
Lo que vemos hoy no es nuevo. Puerto Rico ha sido parte de la planificación y entrenamiento militar estadounidense desde hace más de 70 años:
-
Vieques (1940–2003): La isla sirvió como polígono de tiro y adiestramiento naval de la Flota del Atlántico y fuerzas de la OTAN.
-
Base Naval Roosevelt Roads (Ceiba): Fue la instalación más grande del Caribe, clave para logística y despliegues, hasta su cierre en 2004. Hoy, parte de esa infraestructura sigue sirviendo para ejercicios.
-
UNITAS: Ejercicio naval multinacional iniciado en 1960 y celebrado anualmente con armadas latinoamericanas. Incluye maniobras conjuntas, desembarcos anfibios y hasta pruebas de fuego real.
-
Tradewinds: Desde 1984, reúne a más de 20 países del Caribe y Norteamérica para entrenar en seguridad marítima, lucha contra el crimen organizado y respuesta a desastres.
En todos estos casos, Puerto Rico ha sido anfitrión o participante, debido a su ubicación estratégica y su infraestructura.
¿Por qué aquí y no en otro lado?
Puerto Rico es un punto logístico privilegiado:
-
Aeropuertos con pistas largas (Aguadilla, Ceiba) ideales para operaciones aéreas.
-
La Base Aérea Muñiz en San Juan y la Base Aérea de la Guardia Costera en Aguadilla que funcionan como centros permanentes de patrullaje.
-
Unidades de la Guardia Nacional que colaboran de forma rutinaria con el Ejército y la Marina.
Esto hace que la isla sea un “hub” natural para adiestramiento y para la lucha contra el narcotráfico, pero también para responder a desastres naturales. Basta recordar el despliegue del USNS Comfort y de fuerzas navales tras los huracanes Irma y María en 2017, cuando brindaron apoyo médico, transporte y asistencia humanitaria.
El mito de “otro Pearl Harbor”
Algunos alarmistas comparan la presencia militar en Puerto Rico con la situación de Hawai antes del ataque japonés de 1941. Este paralelo es equivocado. Pearl Harbor fue una base naval permanente, en medio de un conflicto mundial creciente, atacada por sorpresa. Lo de Puerto Rico hoy es rotación de fuerzas anunciada y planificada, parte de ejercicios internacionales que ocurren año tras año.
Abran los ojos: datos contra la histeria
Los ejercicios militares en Puerto Rico no son un preludio de invasión ni un intento de militarizar la isla. Son parte de un ciclo histórico de entrenamiento que combina preparación militar, cooperación internacional y lucha contra amenazas reales como el narcotráfico y los desastres naturales.
Rechazar la presencia militar por miedo o desinformación sería cerrar los ojos a nuestra posición estratégica en el Caribe. En vez de alimentar la histeria, debemos mirar los hechos: estos ejercicios llevan décadas realizándose y han salvado vidas en emergencias.
En resumen: Puerto Rico no está bajo amenaza de guerra, está cumpliendo su rol de siempre como plataforma de seguridad y cooperación en el Caribe.
Gracias por la información, creo que hay mucha gente asustada por lo que informan los medios. Sin tener ningún conocimiento exacto de lo que está pasando. Gracias. Att Rev. Milton Alvarado