“¿Y tú? ¿Dónde vas a estar cuando el pueblo decida despertar?” Prof. Daniel Marte, PhD.
Llevar un mensaje claro en medio de tanto ruido es, en estos tiempos, casi un acto subversivo. Hemos alzado la voz, una vez más, en torno a la crisis energética, a la posibilidad de un nuevo verano de agitación disfrazada de despertar cívico, a la forma en que se ha malgastado el dinero que pudo habernos preparado, y a los peligros ideológicos de doctrinas como la Teología de la Liberación. Lo hicimos con argumentos, con datos, con pasión y con dolor. Pero también lo hicimos con esperanza. La esperanza de que aún hay oídos dispuestos a escuchar, mentes listas para pensar, y corazones dispuestos a despertar.
Y, sin embargo, el precio ha sido alto.
Se nos ha llamado de todo, gatilleros políticos, demagogos, vendidos, mensajeros de otros, manipuladores, todo, menos lo que realmente somos: portadores de un mensaje que desafía la narrativa cómoda. Porque cuando un pueblo se acostumbra a vivir entre la mentira, la politiquería y la manipulación, la verdad no se celebra; se combate.
Hoy Puerto Rico enfrenta una encrucijada histórica, y los retos que encaramos como sociedad, como individuos, como pueblo, son profundos y múltiples.
- El reto moral: un pueblo sin brújula
Vivimos en una isla donde muchos ya no distinguen entre lo correcto y lo conveniente. El relativismo se ha convertido en norma, y el cinismo ha sustituido la esperanza. Se celebra al más astuto, no al más justo. Se idolatra al artista y se ridiculiza al pastor. Se vitorea al político que regala, no al que reforma. El resultado: un pueblo confundido, dividido, emocionalmente reactivo, y espiritualmente vacío.
- El reto ciudadano: esperar todo del gobierno y nada de nosotros mismos
Nos hemos vuelto espectadores de nuestra propia tragedia. Esperamos que el gobierno lo haga todo, mientras nosotros no hacemos nada. Nos quejamos de la corrupción, pero votamos por los mismos. Nos indignamos con la mala administración, pero exigimos menos trabajo y más beneficios. Hemos olvidado que el gobierno no es omnisciente, no es omnipotente y no es omnipresente. Si no tomamos control de nuestro destino personal y colectivo, no hay gobierno capaz de salvarnos.
- El reto político: partidos rotos, confianza rota
Los partidos políticos enfrentan su peor crisis de credibilidad en generaciones. Y con razón. Pero también es cierto que, sin participación política organizada, no hay democracia que sobreviva. Veamos:
PNP: Su historial de contradicciones internas, corrupción tolerada, y populismo táctico ha erosionado su credibilidad. Si no se sacude de la politiquería tribal y promueve una reforma profunda, seguirá perdiendo apoyo real, especialmente entre los jóvenes.
PPD: Vive atrapado en su propio pasado. Su incapacidad de definirse ideológicamente o renovar su liderato lo ha dejado como un cascarón nostálgico. Si quiere sobrevivir, tiene que dejar de mirar hacia 1952 y comenzar a hablar el idioma del 2025.
PIP: Ha ganado respeto, pero aún no logra traducir ideales en viabilidad electoral amplia. Su reto es presentarse como más que una oposición moral, y mostrar capacidad de gobernar sin imponer su ideología desde el poder.
Proyecto Dignidad (PD): Ha sido una voz importante para los conservadores, pero se ha visto enredado en luchas internas, personalismos y falta de estructura. Si no madura políticamente y deja de excluir a los que piensan diferente dentro del mismo marco de valores, perderá su oportunidad histórica.
Movimiento Victoria Ciudadana (MVC): Ofrece retórica progresista sin límites. Su reto es mostrar que sus propuestas no son solo utopías costosas, sino planes viables que respeten la pluralidad ideológica. Algo que aún no han demostrado.
Otros partidos emergentes o resucitados de cenizas deben aprender que no basta con fundar un logo o tener un líder carismático. La política seria requiere principios, estructura, visión y compromiso. Sin eso, serán otra moda efímera.
- El reto del sector conservador: madurar o morir
El sector conservador puertorriqueño tiene un reto urgente: dejar de pelear por quién tiene la marca registrada del conservadurismo, y comenzar a construir puentes. No puede ser que el interés de preservar una etiqueta partidista pese más que el deseo de cambiar la cultura. El conservadurismo debe trascender partidos, colores y apellidos. Solo cuando entendamos que podemos unirnos en torno a principios, y no a protagonismos, comenzaremos a ganar terreno real.
La batalla no es solo electoral. Es cultural. Y se libra en las escuelas, en las redes, en las leyes, en los medios. No hay tiempo para egos ni para divisiones internas.
- El reto espiritual: volver el rostro a Dios
Y aquí está el mayor de todos los retos: reconocer que nuestra crisis no es solo política, ni económica, ni energética. Es espiritual. Hemos sacado a Dios de la conversación pública. Hemos cambiado la verdad por conveniencia. La justicia por ideología. La libertad por subsidios.
Como pueblo, como individuos, necesitamos volver el rostro al Dios Todopoderoso. Entender que si hoy respiramos es por Su misericordia, y que sin Él nada tiene sentido. No habrá reforma duradera si no hay arrepentimiento verdadero. No habrá transformación colectiva si no hay conversión individual.
Dios sigue siendo la única esperanza. Y no lo decimos como cliché religioso, sino como certeza probada por la historia: los pueblos que se alejan de Dios terminan esclavos. Es tiempo de buscarle, no como ritual, sino como estilo de vida. Solo entonces veremos con claridad. Solo entonces dejaremos de tropezar con las mismas piedras.
Hoy nos insultan, mañana quizá nos ignoren, pero seguiremos. Porque esta generación necesita voces que no le tengan miedo al qué dirán. Necesita gente que, sin buscar fama ni aprobación, hablen con convicción.
Nosotros ya escogimos nuestro lugar: no al lado del aplauso fácil, sino al lado de la verdad.
¿Y tú? ¿Dónde vas a estar cuando el pueblo decida despertar?

Daniel Marte, PhD
Daniel Marte es un reconocido académico y profesional con una destacada trayectoria en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Obtuvo su doctorado (Ph.D.) en la prestigiosa Universidad de Georgetown en Washington, D.C., y cuenta con dos maestrías: una en Administración Pública (M.P.A.) y otra en Administración de Empresas (M.B.A.) de la misma institución. Además, posee una Maestría en Sistemas de Información (M.I.S.) y un Bachillerato en Administración (B.B.A.) de la Universidad de Maryland, College Park.
A lo largo de su carrera, Daniel ha enriquecido su formación académica con certificados ministeriales de instituciones reconocidas, como las Asambleas de Dios, Berean School of the Bible y Global University. Actualmente, se desempeña como profesor en línea en la McCourt School of Public Policy de Georgetown University y el Departamento de Política de NYU-Wilf Family, donde imparte cursos especializados en Ciencias Políticas, Política Internacional y Política en el Medio Oriente.
La pasión de Daniel por la enseñanza se complementa con su dedicación a la investigación y la escritura. Es autor de un libro basado en su tesis doctoral, utilizado como texto de referencia en destacadas universidades de los Estados Unidos, como la National Defense University, National War College, Army War College, American University y la Ford School of Public Policy de la Universidad de Michigan, Ann Arbor.
Con más de 35 años de experiencia combinada en las fuerzas armadas y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, Daniel ha trabajado en seguridad nacional e inteligencia, además de servir como asesor para los comités de inteligencia y defensa del Congreso de los Estados Unidos, abarcando tanto la Cámara de Representantes como el Senado.
Elizabeth Marte
Elizabeth, esposa de Daniel, es una destacada profesional de la salud con una sólida carrera en enfermería. Obtuvo su Bachillerato en Ciencias de la Enfermería (BSN) en la Universidad Interamericana de Puerto Rico y ha acumulado una vasta experiencia como enfermera registrada (RN) en hospitales y centros de diálisis. Actualmente, se encuentra en el proceso de comenzar sus estudios doctorales en Psicología Clínica (PsyD.) en la Universidad Albizu.
Compromiso con la comunidad y la fe
Daniel y Elizabeth son miembros activos de la Iglesia Movimiento Avivamiento Mundial (M.A.M.) en el Barrio Guerrero de Isabela, Puerto Rico, donde colaboran bajo la guía del Pastor Gabito Rodríguez. Su participación en esta comunidad de fe refleja su dedicación a integrar la espiritualidad y el servicio en todas las facetas de sus vidas, fortaleciendo tanto su compromiso académico como su ministerio.