Este análisis está dirigido a docentes, líderes de la pastoral y el público en general interesados en una perspectiva académica sobre Gaza y Cisjordania.
Nota de alcance
Este documento presenta un análisis histórico y de políticas públicas, excluyendo deliberadamente argumentos teológicos y partidistas. El propósito es identificar oportunidades, restricciones y decisiones que han determinado el desarrollo político y económico de Gaza y Cisjordania. Las referencias se enlazan a informes y repositorios públicos para facilitar la verificación.
Resumen ejecutivo
Desde los años noventa, la comunidad internacional ha proporcionado a los palestinos una de las ayudas per cápita más altas a nivel mundial en periodos clave. Esta ayuda se canalizó principalmente a través de: presupuesto y salarios de la Autoridad Palestina en Cisjordania; servicios sociales y asistencia humanitaria gestionados por UNRWA, enfocados en Gaza y campamentos de la diáspora; y proyectos de inversión y reconstrucción coordinados por el Banco Mundial, la Unión Europea, agencias de la ONU y donantes árabes [1][2][3][6][7]. (“Bruselas refuerza su apoyo a Palestina: 1.600 millones y 82 anuales para la UNRWA, señalada por sus vínculos con Hamás”, 2025) Las oportunidades económicas y políticas surgieron cuando coincidieron tres factores: ventanas de negociación, gobernanza y seguridad internas mínimas, y acceso externo a mercados, empleo y movilidad. Cuando alguno de estos elementos faltó, las oportunidades se cerraron, la ayuda sustituyó ingresos productivos y la economía se volvió más frágil [2][4][5][8][9].
Conceptos y marco de evidencia
En este contexto, una oportunidad se define como la concurrencia de condiciones políticas, de seguridad y de acceso económico que posibilitan el avance en autogobierno, comercio, empleo e inversión.
El análisis se estructura en torno a tres dimensiones principales:
- Gobernanza y seguridad internas. Capacidad de la Autoridad Palestina o de facto en Gaza para controlar fuerzas armadas, recaudar y ejecutar presupuesto, prestar servicios y proteger derechos básicos [2][4].
- Apertura externa. Movilidad de personas y bienes a Israel, Egipto, Jordania y al resto del mundo. Régimen de permisos, cruces y corredores logísticos [2][5][8].
- Ayuda y uso de la ayuda. Volumen, composición y calidad de la ayuda. Balance entre gasto corriente, inversión y reformas. Coordinación con donantes y transparencia fiscal [1][3][6][7].
Línea de tiempo y ventanas de oportunidad
- De 1993 a 2000. Oslo como oportunidad fundacional.
Los Acuerdos de Oslo crearon la Autoridad Palestina, permitieron un autogobierno limitado y promovieron la coordinación en seguridad, aduanas y fiscalidad. (“Acuerdos de Oslo”, 1993) Se recibieron fondos significativos de Estados Unidos, la Unión Europea, donantes árabes y organismos multilaterales para fortalecer instituciones, financiar salarios públicos y desarrollar infraestructura básica. La principal oportunidad fue la construcción institucional y la normalización económica gradual. Los principales obstáculos fueron atentados, cierres, expansión de asentamientos, debilidad administrativa y corrupción en algunos sectores. - De 2002 a 2005. Reformas de gestión y reconstrucción selectiva.
Tras la segunda intifada y la crisis fiscal, surgió una oportunidad para reformas en finanzas públicas y el sector bancario, con apoyo del Banco Mundial y el Cuarteto. (“Proyecto Hídrico de Emergencia de Gaza”, 2013) Se mejoraron los sistemas de pagos, tesorería y auditoría, y se financió parcialmente la reconstrucción de infraestructura. El objetivo fue profesionalizar la gestión y recuperar la movilidad. Sin embargo, la inestabilidad en seguridad, los cierres frecuentes y la reducción del empleo transfronterizo limitaron los avances. - De 2005 a 2007. Retirada israelí de Gaza y bifurcación política.
En 2005, Israel retiró asentamientos y fuerzas permanentes de Gaza, lo que permitió considerar una reorientación económica hacia exportaciones ligeras, construcción y agroindustria con acceso a través de Israel y Egipto. (“Israel pone fin a cuatro décadas de ocupación de Gaza”, 2005) Sin embargo, tras la victoria de Hamas en 2006 y la ruptura con Fatah en 2007, se impusieron sanciones, controles fronterizos estrictos y aumentaron los conflictos. Como resultado, la oportunidad se cerró prematuramente y la ayuda se destinó principalmente a asistencia humanitaria y de emergencia. - De 2009 a 2012. Tramo de crecimiento en Cisjordania.
Con una agenda de profesionalización administrativa y fortalecimiento de la seguridad interna, Cisjordania vivió un ciclo de crecimiento, mejoras en la recaudación y desarrollo de proyectos urbanos como Rawabi, respaldados por donantes. Se demostró que la gobernanza y la ayuda coordinada pueden generar empleo y mejorar servicios. Sin embargo, la dependencia de transferencias, las restricciones de movimiento y la fragmentación territorial limitaron la inversión privada sostenida. - De 2014 a 2022. Ciclos de conflicto en Gaza y estancamiento en Cisjordania.
Las hostilidades recurrentes en Gaza destruyeron infraestructura y capital de trabajo. (“La destrucción económica de Gaza supera los 18.500 millones de dólares”, 2024) Aunque se movilizaron recursos para la reconstrucción, persistieron obstáculos logísticos y políticos. En Cisjordania, el estancamiento político, las crisis fiscales y las tensiones periódicas limitaron las reformas y redujeron la confianza de los inversores. - De 2023 a la fecha. Guerra en Gaza y colapso de oportunidades.
La ofensiva de Hamas del 7 de octubre y la guerra posterior provocaron una destrucción masiva en Gaza, una fuerte caída del PIB y una emergencia humanitaria. (“La destrucción económica de Gaza supera los 18.500 millones de dólares”, 2024) La ayuda se centró en asistencia vital, pero enfrentó severas limitaciones de acceso y seguridad.
Ayuda internacional. Volúmenes, canales y efectos
- Volumen y composición
Desde 1994, la ayuda comprometida para los palestinos ha alcanzado decenas de miles de millones de dólares, situándose entre las más altas per cápita durante largos periodos. Los picos corresponden al apoyo presupuestario a la Autoridad Palestina en Cisjordania y a la ayuda humanitaria en Gaza, junto con financiamiento a educación, salud, agua y saneamiento a través de UNRWA. La composición de la ayuda varía según el ciclo.
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- Asistencia presupuestaria y salarial. Apoyo directo al presupuesto y a nóminas de la Autoridad Palestina, especialmente de 2008 a 2012 [6][7].
- Proyectos de inversión y reconstrucción. Carreteras secundarias, redes de agua, electricidad, hospitales, escuelas, vivienda, TI, parques industriales y proyectos de ciudades nuevas [2][6].
- Ayuda humanitaria y de protección. En Gaza se volvió dominante en periodos de conflicto y bloqueo, incluyendo alimentos, salud, refugio y transferencias en efectivo [3][8][9].
- Efectos esperados y efectos reales. La evidencia muestra que la ayuda promueve la recuperación cuando hay buena gobernanza y acceso a mercados. Sin estas condiciones, la ayuda sostiene el consumo, los salarios públicos y los servicios básicos, pero no genera crecimiento sostenido. En Cisjordania, la mejora en seguridad interna y la coordinación con donantes permitieron cierto crecimiento, aunque vulnerable a choques políticos. En Gaza, los conflictos y el cierre de accesos redujeron la inversión privada y la productividad, generando una dependencia crónica de la ayuda y una base productiva cada vez menor. (“La economía de Gaza está “en ruinas””, 2024)
Oportunidades concretas por territorio
- Cisjordania. Ventanas y frenos
Oportunidades
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- Los periodos de estabilidad y las reformas administrativas permitieron mejorar la recaudación, ejecutar inversiones y ampliar servicios. Estas condiciones facilitaron proyectos inmobiliarios, tecnológicos, logísticos hacia Jordania y el desarrollo de nichos de agroindustria.
- La coordinación de seguridad redujo costes de transacción y facilitó movilidad intraurbana y entre Áreas A y B.
Frenos
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- Fragmentación territorial y restricciones de movimiento y acceso en Áreas C obstaculizaron economías de escala.
- La incertidumbre política y fiscal, junto con la dependencia de transferencias y retenciones de ingresos aduaneros, desincentivó la inversión a largo plazo.
- La percepción de corrupción y las disputas internas afectaron la confianza social y la del sector privado.
- Gaza. Ventanas y frenos
Oportunidades
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- En 2005 existió la posibilidad de reorientar la economía hacia la exportación de bienes ligeros, construcción, agricultura de valor y servicios conectados con Israel y Egipto.
- La comunidad internacional estuvo dispuesta a financiar infraestructura de agua, energía y puertos terrestres si existían garantías de seguridad y facilitación logística [2][5][8].
Frenos
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- La ruptura política desde 2007 y la presencia de armamento provocaron ciclos de hostilidades y cierres de accesos.
- La destrucción recurrente de capital físico y la incertidumbre regulatoria impidieron ciclos de inversión sostenida.
- La ayuda se volvió eminentemente humanitaria y de emergencia, lo que salvó vidas, pero no sustituyó cadenas de valor estables [5][8][9]. (“Piden 2800 millones de dólares para ayudar a tres millones de personas en la Franja de Gaza y Cisjordania”, 2024)
Pregunta central: causas de los resultados modestos pese al volumen de ayuda
- Coherencia entre ayuda y entorno. La ayuda rinde cuando hay movilidad y reglas previsibles. En Gaza faltó movilidad y previsibilidad por largos periodos. En Cisjordania hubo avances parciales, pero con frenos políticos y territoriales [2][5][6][8]. (“La crisis económica en territorio palestino ocupado empeora mientras persiste el conflicto en Gaza”, 2024)
- Gobernanza y rendición de cuentas. Donantes y la Autoridad Palestina promovieron reformas, logrando avances, aunque persistieron episodios de clientelismo y corrupción que afectaron la legitimidad y eficiencia del gasto.
- Riesgo de dependencia. Parte de la ayuda sustituyó ingresos internos. Cuando cayó la ayuda o se interrumpieron transferencias, el sistema quedó expuesto.
- Ausencia de un acuerdo político final. Sin certidumbre territorial y de seguridad, es difícil que el capital privado sostenga el empleo y las exportaciones. La ayuda no puede sustituir reglas políticas aceptadas por las partes.
Oportunidades futuras. Qué condiciones abren la puerta
- Unidad administrativa legítima y profesional en los territorios palestinos, con control efectivo del uso de la fuerza y una cadena presupuestaria auditada.
- Apertura logística graduada pero real. Horas y capacidad de pasos, corredores terrestres hacia Jordania y Egipto, ventanilla única aduanera y sanitaria.
- Agenda de crecimiento basada en empleo intensivo. Construcción, agroindustria, manufactura ligera, TIC, economía del cuidado y formación profesional, con financiamiento escalonado y garantías de riesgo.
- Programación de ayuda orientada a resultados. Inversiones que liberen cuellos de botella de agua y energía, transparencia contractual y compras públicas abiertas.
- Reinserción del trabajo transfronterizo y visados temporales con verificación de seguridad. Estos flujos fueron una fuente importante de ingresos familiares y capital humano [2][5][6][8]. (“Economía de Palestina”, n.d.)
Conclusión
Gaza y Cisjordania recibieron una ayuda significativa, pero esta no puede sustituir condiciones políticas, de seguridad y de acceso a mercados. En Cisjordania, el crecimiento fue posible cuando estas condiciones coincidieron, aunque de forma frágil. En Gaza, la oportunidad de 2005 se perdió por divisiones internas y conflicto, limitando la ayuda a lo humanitario. Un futuro diferente requiere tres elementos: un acuerdo político operativo, gobernanza con rendición de cuentas y logística y mercados abiertos con reglas claras. La ayuda seguirá siendo necesaria, pero su efectividad dependerá de estos factores.
Daniel Marte, PhD
Profesor Asociado, Georgetown University
Asesor en Relaciones Internacionales y Especialista en Medio Oriente
Bibliografía breve para verificación rápida
[1] World Bank. Palestinian economy y revisiones de gasto y gestión pública.
[2] World Bank and Office of the Quartet. Informes económicos y de movilidad y acceso.
[3] UNRWA. Estadísticas de matrícula, salud, refugio y presupuestos.
[4] Transparencia y SIGAR equivalentes locales. Informes y auditorías sobre gestión y riesgos de corrupción en la Autoridad Palestina.
[5] OCHA y FTS. Llamamientos humanitarios y flujos por sectores.
[6] Unión Europea y Comisión Europea. Apoyo presupuestario PEGASE y evaluaciones.
[7] OECD DAC. Series de Ayuda Oficial al Desarrollo por donante y canal para Palestina.
[8] IMF. Notas de país y asistencia técnica en finanzas públicas.
[9] FAFO, MAS y PCBS. Encuestas sociales y laborales en Cisjordania y Gaza.
Nota al lector
Algunas referencias se presentan de forma implícita para que el lector las localice en repositorios públicos mediante palabras clave como “World Bank Palestinian economy”, “OECD DAC ODA Palestine”, “UNRWA budget reports”, “OCHA FTS Palestine” y “Office of the Quartet Mobility and Access report”. Este método facilita la verificación y reduce la dependencia de manuales de difícil acceso.